Cuando pensamos en tomarnos unos días de vacaciones, lo más probable es que busquemos un destino vacacional que nos ofrezca la posibilidad de descansar, relajarnos, entrar en contacto con la naturaleza, y al mismo tiempo divertirnos y entretenernos. Cancún es sin duda en este sentido uno de los lugares que más y mejor reúne estas cualidades. Es que esta ciudad de México contiene en su interior las más impresionantes bellezas naturales, las mejores playas donde descansar, una infraestructura hotelera y gastronómica increíble y muchos centros nocturnos, tours y excursiones donde podremos pasarla verdaderamente genial.
Elegir Cancún como destino para vacacionar es hoy en día la mejor opción que podemos realizar, y de seguro no nos arrepentiremos nunca. Por ello, es bueno que conozcamos y nos informemos un poco acerca de una de las principales características que irán delimitando nuestro
viaje: el clima.
El clima en Cancún es sencillamente semi – tropical, con una temperatura anual que ronda los 26 grados centígrados y que puede elevarse a unos 36 grados centígrados como máximo. Esto hace que el clima en esta ciudad sea muy similar a lo largo de todo el año, con temperaturas ideales para quienes disfrutan de la playa y el sol. Cualquier época y estación es una buena época para viajar y disfrutar Cancún.
Sin embargo, podríamos, siendo aún más específicos, diferenciar dos estaciones o períodos diferentes. Una es la temporada de lluvias, que se da entre los meses de mayo y octubre aproximadamente y es ligeramente más cálida. La lluvia puede resultar muy intensa a lo largo de este período pero es realmente poco probable que ésta estropee por completo nuestro viaje. Por lo general, se trata de lluvias y chaparrones aislados a los que sucede un sol impresionante, ideal para descansar en la playa, nadar, practicar deportes acuáticos o dar un paseo por
Cancun y sus alrededores. En esta temporada los días son realmente cálidos, muy húmedos y por ello se recomienda traer, si viajamos durante esta época, ropa veraniega, poco pesada y cómoda.
La otra temporada es la conocida como “temporada seca”, que ocurre a lo largo de los meses de noviembre a abril y es, como su nombre lo indica, ligeramente más fresca, esto por los vientos del Norte que asestan contra el
Mar Caribe en estos meses y traen consigo un poco más de frescura al ambiente. Los días acá son por lo general soleados y las noches frescas, ideales para disfrutar de una buena cena o una salida nocturna a bailar.
Estas dos temporadas se distinguen sólo con fines analíticos, ya que en la realidad es muchas veces difícil diferenciarlas. Es probable que nos encontremos en la playa con un gran chaparrón sobre nuestras cabezas y que, si nos alejamos unos metros hacia la zona hotelera, descubramos un cielo azul radiante impresionante. Cancún es así, impredecible, y esto no sólo en el clima. Toda la ciudad está, como dijimos, rodeada de un aura mágica, que la vuelve impresionantemente mística, dinámica y cambiante.
Lucía Cugini